Seis cuerpos, voces, testimonios y silencios comparten un cuadrilátero como cubo de refugio y victorias. En este ring de pelea, los intérpretes se pierden, se buscan y se contienen bailando. Tras diez años de investigaciones, la compañía Danza Jam trae la primera obra chilena de danza protagonizada por un elenco sólo de artistas escénicos trans y no binaries.
La lucha de la comunidad LGBTIQ se revela en Trans-fusión, montaje en donde seis cuerpos manifiestan la persecución y discriminación que genera un estado de defensa contínuo.
Basándose en testimonios de los propios intérpretes y en otros recogidos en investigaciones anteriores, el proyecto ganador del Fondo de artes escénicas 2021 mezcla biodrama, dramaturgia de autoficción, danza contemporánea y espectáculo.
“Este viaje comenzó hace diez años cuando quise hablar de la temática trans. Estaba recién armando la compañía y las personas que trabajaban conmigo eran cuerpos cis. Tomamos el desafío con mucho respeto, con mucho estudio y trabajo de campo para poder llevar esta obra a escena desde un lugar de observación, cuidado y visibilización”, cuenta Jenniffer Alegría, directora de la obra.
Reconocida como la “Mejor creación de danza contemporánea 2023” por el Círculo de Críticos de Arte, el montaje plantea la intención de jugar con la realidad y la utopía de una sociedad distinta, diversa e inclusiva, invitando al espectador a interpretar, completar y descubrir el puzzle que sugiere. Por primera vez en la danza, el elenco se compone sólo de artistas escénicos trans y no binaries.
“Quisimos ser consecuentes con la obra y también con el pensamiento crítico respecto a la sociedad en la que vivimos, teniendo la posibilidad de abrir espacios, conocer nuevos cuerpos y comprender que éstos tienen la misma fuerza y posibilidades en escena. Es por eso que la decisión de utilizar artistas trans es fundamental para el desarrollo y la puesta en escena. Crear desde sus corporalidades y testimonios es un trabajo que honra la temática misma”, consigna Jenniffer.
La crítica la describió como una obra honesta y necesaria. «Coreográfica o artísticamente es un trabajo depurado, analítico y bien plateado, mezcla de danza contemporánea, espectáculo y performance. En este escenario no se baila, se divulga el alma, el cuerpo, se desangra en cada segundo, como si fuera la última oportunidad para decir, este es mi mensaje, este soy yo», escribió César Sepúlveda del Círculo de Críticos de Arte.
Dirección y Producción: Jenniffer Alegría Morales | Elenco: Alexa Quijano, Anrrieth Morales, Flor Violeta Torres, Francisc Bustamante, Gaspar Venegas y Pable Morales | Diseño integral: Eduardo Cerón | Asistencia y sonido: Daniella Soto